puerto

en este desolado puerto del que parten los abrazos helados... ha llegado el susurro de su voz... ha llegado otra alucinacion encantadora... cuando se detiene mi tiempo y me veo solito... toda la inmensa sabana de mi silencio... cuando en la helada ausencia de todos tus poros... no llegas... no vienes... he salido excursiones violentas... me han ofrecido oasis... pintarrajeadas excusas... la mentira... y el puerto... nada me acerca a ti... deambula, hui de tanto horror, pero me sigue el hambre, hui de tanto miedo pero me sigue el moustro... estos cuentos de amor ajeno... siento que me atraviezan los besos de los amantes de la vereda de enfrente... ellos se besan y yo me apropio de ellos, tomo el aire que dejan esos suspiros ajenos, como un parasito que se lleva las sobras olvidadas, esos peces muertos en la playa, esas plumas perdidas en la arena... los barquitos que me ofrecen se hunden enseguida... y adquiri una habilidad heroica de salir flotando, se lo atribuyo al descorche de tantos vinos embriagados...